·Aventuras de una mona·: You want, I wang

6 de NOVIEMBRE del año 2014. Comienza el día a las 5:00 de la mañana, me preparo y a las 7:30 ya estoy en Gran Vía para hacer cola en H&M.

Veo bastante gente, pero no tanta como imagino, compruebo cuántas chicas hay y me alegro porque hay muy poquitas. La mayoría de las personas eran asiáticas. Sobre las 9:15 el personal de H&M dio zumos mientras nos explicaba el sistema de cola y el tiempo que tendríamos para acceder a la zona acotada (colección femenina). Cada grupo formado de 30 personas tiene 10 minutos para coger las prendas que desee, eso sí solo una prenda por modelo. Entre grupo y grupo dejan 5 minutos para reponer. Yo estaba en el grupo número dos con mi pulserita verde.

A las 10:00, dos guardias de seguridad y parte del personal de la tienda se preparan para abrir. No esperaban lo que ocurrió a continuación. No había mucha gente apelotonada en la puerta para ver la zona de hombre que era de libre acceso. Nada más abrir las puertas todos (la mayoría) los asiáticos fueron directos a por una mesa que acabó por los suelos (literal) por la cantidad de gente que querían las famosas gafas de ALEXANDER WANG x H&M. Fue una locura, el personal parecía bastante sorprendido. Yo seguía haciendo cola para poder entrar la zona acotada a las 10:20. La cola esta vez no estaba en la calle, sino dentro: perfecto cómo para ver como el grupo 1 se llevaba parte del stock. Me puse nerviosa- imagínate que después de haber estado casi 4 horas esperando para conseguir un top, se lo lleven en mi cara...- pero bueno ahí aguanté como una jabata. Por fin era nuestro turno y ahí estaba, mi top, me enamoré cuando lo vi por primera vez en internet y me enamoré aun mas cuando lo toqué. Era EL top.

Quise cogerme también las gafas y unos calcetines pero cuando me quise dar cuenta ya habían volado. Me dijo una de las dependientas que habían repuesto gafas en hombre asi que fui para allá. Tengo que añadir que el personal se portó muy bien.

Cuando llego a la sección de hombres no me podía creer lo que veían mis ojos. Cuando me acerqué a la mesa de las gafas, veo unas 10 cabezas temblando por que estaban peleándose por conseguir las últimas que quedaban. Ahí fue cuando me di cunta que la zona que tendrían que haber acotado era la de hombre y no la de mujer. Flipé y me fui, evidentemente. Me probaré mi top esperando que despues de haber esperado me quedase como un guante y... así fue!