domingo, 30 de agosto de 2015

Décima y última parada: Bruselas

Holaaamigos
Día 14 de julio del 2015

Bueno, pues ya hemos llegado al final de esta increíble aventura.
Estamos en Bruselas.
Los que me conozcáis ya sabéis que he estado en esta (increíble) ciudad como unas siete veces. Me conozco muy bien la ciudad y ciudades de los alrededores. Es una ciudad que nunca me cansa, siempre tiene algo nuevo, o puede ser que la tenga mucho cariño.

Esta vez nos hospedamos en un apartamento que era una monada y estaba al lado de la Grand Place, te asomabas por la ventana y la ves. (RESERVAR).
Un gustazo.
Hicimos algo de compra y turismo y por la noche fuimos a buscara  la estación a los amigos de Almu que iban  pasar esa noche con nosotros para coger al día siguiente el velo de vuelta a España.
Tres monas en Brujas
Cenamos tranquilamente y cargamos pilas para nuestro penúltimo día de interrail.
Al día siguiente estuvimos toda la mañana de arriba a abajo de turismo.  A la hora de comer mi tía nos invitó a comer unas patatas fritas de Maison Antoine en la Place Jourdan. Las patatas fritas son originarias de Bélgica y están que fliiiipas. Las mejores que jamás vayas a probar.
Por la tarde vimos la zona más bonita de Bruselas que es el Palacio Real, el Petit Sablon, el Palacio de Justicia y la catedral. Mientras visitas todo esto hay muchos más edificios preciosos como museos, pero estos son los más emblemáticos.
Por la tarde noche mi tía nos llevó a Brujas.
Hay gente que le decepciona, pero creo que no la saben apreciar bien. He estado probablemente unas cinco veces y cada vez la veo distinta, simplemente es mágica.
Cuando volvimos, Sara y yo salimos a Delirium Cafe para aprovechar nuestra última noche ( ya vaya si la aprovechamos) y así también probar la cerveza Delirium.
A la mañana siguiente dejamos las mochila en casa de mi tía, visitamos la zona del Parlamento Europeo y comimos en el Parque del Cincuentenario, por supuesto, luego hubo siesta en el césped.

Por la tarde cogimos nuestro avión hacia Madrid... y colorín colorado, este cuento ya ha acabado.

Cuando llegué a Madrid no me podía imaginar que hubiese vivido todo eso, era como un sueño.
Lo bueno era que al día siguiente me iba a la playa, así que tampoco fue horrible la vuelta a casa. Eso sí, pagaría mucho por volver a estar allí.

Besos enormes. x·x·x

No hay comentarios:

Publicar un comentario